Parece mentira que han pasado más de 20 años del lanzamiento de la primera entrega de Resident Evil. Producido por la hoy archiconocida Capcom, nadie podría imaginar en aquel entonces que la saga alcanzaría los 100 millones de copias vendidas. Es por esto que queremos aprovechar este artículo para comentar cómo se forjó la primera entrega de Resident Evil o Biohazard en tierras japonesas.
De hecho, cabe mencionar, que Shinji Mikami, desarrollador de la primera entrega nunca estuvo de acuerdo con el nombre de Resident Evil. Pero los problemas derivados de la licencia de Biohazard, obligaron a la compañía a buscar un título alternativo.
El comienzo de la franquicia cuenta con muchas personalidades clave, aunque en este artículo, nos vamos a centrar en Tokuro Fujiwara y en Shinji Mikami. Para entender cómo nace Resident Evil, tenemos que tener en mente que Capcom había dado sus primeros pasos en el género del survival horror con Sweet Home. Este título sería desarrollado por el propio Fujiwara y habría alcanzado muy buenas críticas en su lanzamiento para NES.
El nacimiento de un clásico
A pesar de estas críticas, Fujiwara no estaba del todo contento con el resultado obtenido. Es por esto que fijo su mirada en el joven Shinji Mikami, al cual se le encargaría crear el mayor juego de terror del momento. Curiosamente, uno de los mayores puntos de inflexión para la compañía sería el desarrollo de Resident Evil. Puesto que si el proyecto fallaba harían frente a la bancarrota.
La creación de este clásico del survival horror no fue nada sencillo. En el año, 1994, Mikami se pondría a los mandos de su producción. Fue él mismo quien generaría las bases de la historia y de los enemigos que enfrentaríamos en el título. En este punto es interesante mencionar que los zombies no fueron la primera elección del japonés. En un primer momento, la opción que se valoraba eran los fantasmas.
No obstante, el hecho de que se sentían demasiado genéricos hizo que el desarrollador pensará en otro tipo de enemigos. Gracias a su afición a las películas de George A. Romero, Mikami decidiría utilizar a los zombies como enemigo principal.
Acompañando al uso de zombies, vendría la creación de la mansión donde se desarrollaría toda la historia de esta primera entrega. Debemos mencionar que la mansión se inspiraba en el hotel de la película El Resplandor. Mikami le daba una gran importancia a la localización de la misma, es por eso que quería que estuviera frente a un entorno hostil como era el bosque.
Junto a esta primera entrega nacerían algunos de los personajes más emblemáticos de la saga. Como es el caso de Jill Valentine o Chris Redfield, además de que empezaríamos a conocer a uno de los villanos más persistentes del género, la farmaceútica Umbrella.
Un Proyecto con muchos cambios
Como suele ser común en este tipo de proyectos, el plan inicial no siempre es el que termina siendo. De hecho en el caso de Resident Evil las primeras ideas iban encaminadas a algo muy diferente a lo que terminaría siendo. En los primeros compases de su desarrollo, Resident Evil iba a ser un juego en primera persona.
No obstante, debido a lo complicado que resultaba mantener la tensión y también por muchas complicaciones técnicas, esta idea acabaría descartándose. Tomando tras esto, la idea de desarrollar la acción en tercera persona y con escenarios prerenderizados.
Este concepto hizo no sólo que el juego luciera realmente bien en la época, sino que la tensión fuese constante. El hecho de no saber que esperaba en la siguiente esquina, hacía que el jugador siempre tuviera que estar en alerta.
A todo esto se le sumaba una serie de mecánicas que no hacían más que aumentar la tensión que sentía el jugador. El ejemplo más claro fue el uso de las máquinas de escribir para guardar nuestro progreso. El hecho de que no sólo tuviésemos que encontrar su localización, sino que necesitábamos contar con tinta en nuestro inventario, hacía que el jugador se pensará dos veces cuando guardar la partida.
Un lanzamiento más allá de lo esperado
Con todo lo mencionado, aún seguían existiendo muchas dudas con el proyecto de Capcom. No es para menos, si algo iba mal en el lanzamiento de este título, la compañía nipona se vería cara a cara con la bancarrota.
Afortunadamente, esta primera entrega fue un éxito rotundo para la compañía. Y es que vendería más del doble de copias que Capcom esperaba. Cómo hemos mencionado al comienzo de este artículo, este primer lanzamiento hizo que Capcom tuviera en sus manos una franquicia que recientemente ha superado los 100 millones de copias vendidas.
Era prácticamente impensable creer que Resident Evil tuviera el éxito al que ha llegado a día de hoy. Al igual que tampoco podríamos imaginar que algunas de las escenas de esta obra original se convertirían en todo un clásico que marcaría nuestras retinas. Tanto su escena introductoria donde se usaron actores reales, como la primera aparición de un no muerto, son momentos que se quedarían grabados para siempre.
Con este pequeño texto, queremos realzar la figura de una franquicia que ha sido uno de los mayores estandartes del género de terror. Algo que no hubiese llegado ocurrir nunca, si el proyecto liderado por Shinji Mikami no hubiese llegado a buen puerto.
Acerca del autor
Psicólogo amante de los juegos cooperativos, el RPG y de disparar a todo aquello que se mueva.